Esta fue de las primeras bodas que hice en playa, siempre he tenido una conexión muy particular con el mar y la de Reyna y Leo es de mis bodas más especiales porque fue la primera ocasión que opté trabajar con un par de cámaras con focales fijas (justo como trabajo ahora, solo que con equipo diferente). Siempre es un placer volver a Acapulco y más cuando se trata de hacer lo que amo.